FOTOBLOGARIO {Nuevo fotoblog de los cien gaiteros del delirio}

Finta

Pocos deportes gozan de la riqueza plástica de un buen combate de boxeo. Siempre me ha parecido, al observar a los contendientes, que se asemejan bastante a una pareja de bailarines, empeñados en danzar alrededor del eje terráqueo, mientras intercambian y bloquean todo tipo de golpes y contragolpes. El ambiente se caldea al son del entrechocar de los guantes entre sí o, cuando consiguiendo su objetivo, alcanzan el siempre amortiguador sonido del cuerpo humano.
La fotografía está obtenida, en esta ocasión, en el gimnasio del Club Deportivo Kai Eder, durante una de las clases impartidas por Koldo Arrieta, un magnífico maestro de artes marciales y de defensa personal. En ella se recoge el movimiento de un jab y de la finta con que responde el contrincante (Plentzia/Bizkaia).

Charla

Recien se acababa de ir Wojtila, el conocido Papa viajero, y aún Ratzinger, el nuevo Maellus Maleficarum de la heterodoxia católica, no había llegado al trono del Vaticano.
Las dos monjitas se encontraban charlando, en los soportales de la sacristía de la Basílica de Begoña, imagino que de lo humano y de lo divino, de lo mundano y de lo que solamente los creyentes perciben como designios insondables del señor.
El caso es que recogí ese momento de intimidad y he querido compartirlo en este album.
La fotografía está obtenida en el pórtico lateral de la mencionada Basílica de la amatxu de Begoña (Bilbao/Bizkaia).

Sin cervezas Mahou

Dentro de poco, todo lo brevemente que los planes urbanísticos lo permitan, esta imagen será objeto del recuerdo. Son cosas del progreso que, en algunas ocasiones -las menos ciertamente-, permite dar marcha atrás en los destrozos que antaño se cometieron.
El caso es que existe un plan de recuperación de los arenales y de la cota alta de marea que disfrutó, cuando Matusalem usaba pantalón corto, la playa sobre la que está edificado este bar y su agradable terraza.
La fotografía recoge el ambiente de cerrado y sin cerveza que durante todo el año, excepción hecha de la temporada estival, la envuelve y está obtenida en la playa de Astondo (Gorliz/Bizkaia).

Sandalias

Sandalias y gorritos aguardaban formales en sus respectivos casilleros a que alguien se decidiese a escogerlos de entre toda la variopinta oferta.
El silencio de su espera era tan espeso como una barra de mantequilla. Todos ellos parecían saber que, de que fuesen los elegidos, dependía el librarse de la devolución a fábrica, con la posterior humillación de acabar en cualquier puesto de baratillo, y, sobre todo, el poder ir a la playa este próximo y ya cercano verano luciéndose en la cabeza y pies de alguna bella damisela.
La fotografía está obtenida en la tienda de Zara del centro comercial Artea (Leioa/Bizkaia).

Anochecer

Pleamar. La desembocadura de la ría de Plentzia, una noche de viernes, con los bateles del club de remo Arkote, emproando la Peña de San Valentín, prestos a iniciar la boga. El aire fresco en la cara portando los aromas salitrosos de nuestro mar Cantábrico. El sol, poco a poco, se va desvaneciendo en el horizonte creando uno de esos momentos para el disfrute y para sentirse en paz con uno mismo y con el resto del mundo.
La fotografía está obtenida desde el paseo de la Canal de la ría (Plentzia/Bizkaia).

3 Cerditos

"Y sopló, sopló y sopló y la casita derribó".
Seguro que a poca gente no le suenan estas palabras. Pues bien, aquí están los tres cerditos del cuento cuando aún eran pequeños y vivían con su mamá sin la preocupación de tener que buscarse un pisito de esos de los veinticincio metros Trujillanos.
Por cierto, los pobres eran huérfanos de padre, un genuino cerdo ibérico que dió unos magníficos jamones. Esa es la razón de que no salga en la foto.
Los encontré en un todo a cien de la calle Rodriguez Arias regentado por unos simpatiquísimos chinos (Bilbao/Bizkaia).

Alturitas

Corrían desaforadas y en plena algarabía, como solamente saben correr los niños.
Apreté el disparador y las pillé así, en pleno trance de jugar a las alturitas.
Como quedó reflejado ganó la del jersey rojo. No sé como se llamaba ninguna de ellas pero pongamos que ganó Magdalena y, aunque solamente sea por esta vez, perdió María.
La fotografía está obtenida en el aparcamiento subterráneo del centro comercial de Artea (Leioa/Bizkaia).

Udaberria

Tras un durísimo invierno, finalmente, ha llegado la primavera, cargada de aromas a flores, a salitre y a hierba.
El cielo apenas era visible, bajo unos árboles cargados hasta el exceso de todas aquellas flores que no habían podido brotar bajo la nieve. Con los primeros rayos de sol las yemas explotaron literalmente cegando casi nuestros ojos.
La fotografía está obtenida en uno de los jardines de la capital vasca (Vitoria-Gasteiz/Araba).

Colegas

Así me los encontré, en franca actitud de camaradería. No es para menos. Los dos trabajan desde hace tiempo en la misma tienda de Zara, situada en el centro comercial Artea junto al hipermacromegaEroski, y están especializados en la rama comercial de la venta fashion infantil.
Cuando me fuí, seguían sonriendo así, tan afablemente.
La fotografía está obtenida en Zara del Centro Comercial de Artea (Leioa/Bizkaia).

Variación

Paseando por Bilbao, me topé con esta variación de "la Gloria del Tilo", que bien podría sustituir a la supuesta profecía San Malaquita de las olivas benedictinas.
La fotografía está obtenida en Rodriguez Arias, frente al colegio religioso de la Pureza (Bilbao/Bizkaia).

Libando grelos

Tras el duro invierno, llegado está el momento de afanarse en llenar de nuevo la casi vacía despensa.
Este abejorro, junto a cientos de abejas, libaba las flores de los grelos (nabos) con veradero entusiasmo, tal y como quedó constancia (Lemoiz/Bizkaia).

Tentando al maligno

Por una vez, se pusieron de acuerdo ángel y demonio para sacar unas moneditas a los viandantes ante el cartel bancario de Cambio/Change/Exchange/Wechsel (Bilbao/Bizkaia).
Ví como trabajaban ante el público, simulando ser ingeniosos autómatas. Por una monedita el ángel sonreía a los niños, que se le acercaban, y les acariciaba la cabeza. El demonio, como no podía ser de otro modo, les imprecaba con un agrio acento italiano, mientras les hacía muecas y les sacaba la lengua.
Fue una lástima pero había ya muy poca luz y no logré retratar a ninguno de los niños que apuraban el paso para alejarse de tan convincente demonio. Seguro que a más de uno le costó dormir esa noche.

Rayos de metal hurlant

Estos alambres rompían, de un modo rabioso, el límpido y primaveral cielo azul que disfrutábamos aquella mañana (Bilbao/Bizkaia).
Los descubrí durante un paseo y quise dejar constancia de su intento por alterar el tiempo.

La espera

Foto obtenida junto a la ría del Nervión (Bilbao/Bizkaia).
La descubrí apoyada contra la pared, esperando a quien se atreviese a montarla.

Toma

Foto obtenida en el Club Deportivo de Hípica Goikomendi (Lemoiz/Bizkaia).
Hartas ya de posar, Irati e Inés me dedicaron este toma, eso sí, con todo el cariño.

Ensoñación

Foto obtenida junto a la ría del Nervión (Bilbao/Bizkaia).
Deambulando por el Bilbao carcomido por la ría y el abandono industrial, me topé con esta casa de incierto presente y aciago futuro.

Toro de fuego

Foto obtenida durante la Aste Nagusia bilbaina del 2003 (Semana Grande de Bilbao/Bizkaia).
La imagen recoge el momento previo a la salida del toro de fuego, justo en el inicio del tiempo de descuento antes de prender la mecha.