Udaberria

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Tras un durísimo invierno, finalmente, ha llegado la primavera, cargada de aromas a flores, a salitre y a hierba.
El cielo apenas era visible, bajo unos árboles cargados hasta el exceso de todas aquellas flores que no habían podido brotar bajo la nieve. Con los primeros rayos de sol las yemas explotaron literalmente cegando casi nuestros ojos.
La fotografía está obtenida en uno de los jardines de la capital vasca (Vitoria-Gasteiz/Araba).

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