3 Cerditos

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"Y sopló, sopló y sopló y la casita derribó".
Seguro que a poca gente no le suenan estas palabras. Pues bien, aquí están los tres cerditos del cuento cuando aún eran pequeños y vivían con su mamá sin la preocupación de tener que buscarse un pisito de esos de los veinticincio metros Trujillanos.
Por cierto, los pobres eran huérfanos de padre, un genuino cerdo ibérico que dió unos magníficos jamones. Esa es la razón de que no salga en la foto.
Los encontré en un todo a cien de la calle Rodriguez Arias regentado por unos simpatiquísimos chinos (Bilbao/Bizkaia).

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